Publicado el 10 de Marzo de 2016
De manera tradicional, los vinos de esta uva eran, debido a su elaboración poco cuidada, vinos de colores amarillo dorado, poco pálidos, con aroma neutro o ligeramente alcohólico, y sabores sobre todo a tierra. Si bien esto ha cambiado de unos años a esta parte gracias al esfuerzo de los bodegueros de producir un vino cada vez de mayor calidad y poner mucho cuidado en explotar las cualidades de las variedades. Para ello se han contratado técnicos para las viñas y enólogos para las bodegas, y como consecuencia de ello y de una mentalidad más abierta del sector productor la calidad de los vinos ha cambiado radicalmente, a mejor.
Los vinos elaborados con la Airén se caracterizan por ser en general menos aromáticos que otras variedades como la chardonnay, aunque en nariz conservan ciertos olores propios del proceso de fermentación. La fermentación se realiza a temperatura controlada para evitar la pérdida de aromas agradables y los vinos acabados se conservan en condiciones óptimas hasta el momento del embotellado. Color amarillo pálido, aroma afrutado(especialmente a plátano y manzana), y en boca son frescos, equilibrados y muy agradables de beber.
No obstante, su vocación más originaria es la mezcla En el área vinícola de Madrid son de reseñar los vinos producidos con Macabeo y Malvar, incluso se puede encontrar de forma habitual formando parte de los brandys.
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