Publicado el 13 de Marzo de 2025
Donald Trump acaba de lanzar una bomba que podría hacer que tu próxima botella de vino español cueste una fortuna… o simplemente desaparezca de las tiendas en Estados Unidos. Sí, has leído bien: el presidente estadounidense ha amenazado con imponer un arancel del 200% a las importaciones de vino de la Unión Europea, incluyendo nuestras joyas españolas. ¿El motivo? Una guerra comercial que parece sacada de una película de Tarantino: whisky americano vs. vino europeo, con España atrapada en el fuego cruzado.
Todo empezó con un arancel del 50% que la UE anunció sobre el whisky de EE.UU., una represalia a las tasas estadounidenses del 25% sobre acero y aluminio. Trump, fiel a su estilo de "ojo por ojo", subió la apuesta desde su cuenta en Truth Social: si la UE no retira su medida "de inmediato", el vino español (junto con el champán francés y otros licores europeos) enfrentará un arancel que triplicará su precio en el mercado americano. "¡Que compren vino de California!", bramó. Y mientras él celebra, aquí en España las 3.995 bodegas exportadoras tiemblan: en 2023, EE.UU. se bebió 313 millones de euros de nuestro vino, siendo nuestro segundo mercado más importante.
Imagina esto: un arancel del 200% significa que una botella de Marqués de Riscal que hoy cuesta 15 dólares podría saltar a 45 dólares de la noche a la mañana. ¿Resultado? Adiós a las catas asequibles, adiós a los brindis espontáneos con un Albariño fresco.
España tiene un nivel significativo de exportación de vino a Estados Unidos, siendo este país uno de los mercados más importantes para el sector vitivinícola español. Según datos recientes, en 2024 España exportó vino a Estados Unidos por un valor de aproximadamente 391,4 millones de dólares (equivalentes a unos 334,8 millones de euros, dependiendo del tipo de cambio), lo que representa un crecimiento del 7% con respecto al año anterior. En términos de volumen, se exportaron 67,3 millones de litros en el mismo año, consolidando a España como el cuarto proveedor de vino en valor y el séptimo en volumen en el mercado estadounidense.
Estados Unidos es el segundo destino más relevante para las exportaciones de vino español, solo por detrás de Alemania, y absorbe alrededor del 10-11% del total de las exportaciones vitivinícolas de España. Este mercado se destaca por su preferencia por vinos de mayor valor añadido, lo que resulta en un precio medio más alto para los vinos españoles en comparación con otros destinos. Por ejemplo, en el primer semestre de 2024, el precio medio del vino español en EE. UU. fue de 5,82 dólares por litro, el tercero más alto entre los diez principales proveedores, solo superado por Francia e Italia.
España mantiene una posición sólida y en crecimiento en el mercado de vinos de Estados Unidos, con una contribución notable tanto en valor como en volumen, y una especial relevancia en segmentos como los vinos espumosos y envasados no espumosos.
No es la primera vez que Trump apunta al corazón de nuestras cepas. En 2019, durante su primera presidencia, impuso un arancel del 25% a vinos españoles de menos de 14 grados (no espumosos), por el lío de los subsidios a Airbus. Las bodegas se las ingeniaron: subieron la graduación de algunos vinos o buscaron otros mercados. Pero un 200% es otro nivel, un golpe que ni el más ingenioso enólogo podría esquivar fácilmente. ¿La solución? Algunos ya miran a Asia o América Latina, pero cambiar de rumbo lleva tiempo, y el reloj corre.
En el pasado las bodegas españolas han demostrado una notable capacidad de adaptación frente a las adversidades, forjada a través de múltiples crisis similares a lo largo de su historia. Desde los citados aranceles del 25% impuestos por Trump en 2019 hasta los embates económicos de la pandemia y las fluctuaciones del mercado global, el sector vitivinícola español ha sabido responder con ingenio y resiliencia. Ajustando estrategias —como diversificar destinos de exportación, potenciar el enoturismo agrupándose en Plataformas como la de EnoTicket.com o modificar productos para esquivar restricciones—, las bodegas han mantenido su fuerza incluso en los momentos más duros. Esta experiencia las posiciona hoy como un colectivo robusto, capaz de enfrentar amenazas como los potenciales aranceles del 200% anunciados en 2025, con la certeza de que su historia de superación es un pilar para seguir prosperando.
Si vives en EE.UU. y amas el vino español, ¡es hora de actuar! Llena tu bodega antes de que los precios se disparen –o antes de que las estanterías se queden vacías–. Y si estás en España, apoya a nuestras bodegas locales: cada copa que disfrutes aquí es un voto por mantener viva esta industria milenaria. Mientras tanto, la UE y Trump siguen jugando al póker comercial, y nosotros, los amantes del vino, cruzamos los dedos para que no sean nuestros vinos los que paguen el precio.
¿Qué opinas? ¿Crees que el vino español sobrevivirá a esta locura arancelaria? ¿O es hora de rendirse y probar el Cabernet de California?. Comparte este artículo en las redes sociales y muestra tu opinión.
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