Publicado el 18 de Agosto de 2021
Autor: Guillermo César Gómez
Su plática afable arrancó explicando que su nombre está mal registrado en Wikipedia, dado que afirma (incorrectamente) que Iduna es la diosa de la poesía nórdica, ella aclara, la verdad es que en la mitología nórdica Iduna es la diosa de la primavera y la eterna juventud, y está casada con Bragi, el dios nórdico de la poesía y la música.
Los vinos de los dos mundos
Después charlamos de cómo son los vinos del viejo mundo y los del nuevo, como la escuela californiana prioriza la visión del enfoque en los varietales, mientras que Europa resalta el apellido de la tierra.
El castellano de Iduna es abierto y diáfano, Iduna no arrastra las características fónicas de los cuyanos, no pronuncia la ‘erre’, fricativa asibilada, tampoco aspira ‘eses’ al final de las palabras.
La infancia carioca de Iduna
Ella nació en Río de Janeiro, Brasil, pero vacacionó toda su infancia en la bodega de su padre en Mendoza junto a sus dos hermanos. Allí el mayor deseo de los niños era ser elegidos para sacar la muestra de vino del tonel.
El encuentro con Château Musar
La biografía de la mujer del vino Estrella tuvo una bisagra a los 19 años, fue cuando viajó a una feria de los EE.UU para promocionar los vinos de su padre. Allí se encontró con un vino del Líbano, el famoso Château Musar. Ella confiesa; ‘’Yo ni sabia que existía vino en el Líbano’’. La historia de este emblemático vino se inicia en 1930, cuando con solo 20 años, Gastón Hochar fundó Chateau Musar, inspirado en la tradición vitivinícola de 6.000 años del Líbano y sus viajes a Burdeos. Gracias a esa relación con la gente de Château Musar ella agudizó su exigencia en el estilo del vino.
La sinfonía del vino
Cuando introduje la idea de que la multiplicidad de los sabores y aromas del vino, se asemejaba con el complejo universo de la música erudita, ella resaltó: En Mendoza trabajamos con 30 familias, cada versión de uvas es un instrumento, es así que nuestros vinos producen las mismas combinaciones y complejidades que una sinfonía.
La reflexión desembocó en el agitado mar de la filosofía, pues pensamos que en nuestras cortas vidas no beberemos y entenderemos todos los vinos del mundo, ni entenderemos todas las músicas, pero es parte del sagrado sentido de la vida pasar por los tiempos y los lugares intentándolo.
El precio del vino
Cuando cuestioné el elevadísimo precio de su vino Estrella. Ella me enseñó que no era una cuestión apenas de poder adquisitivo, sino de valores, y aclara : Por ejemplo, yo no me entusiasmo con los automóviles, y mucho menos con los automóviles de lujo, pero entiendo que muchos pagarían una fortuna por un Rolls Royce. Por otro lado, a mi por ejemplo me fascina el ballet clásico, y por un ingreso a un espectáculo de esa naturaleza daría lo que muchos jamás pagarían, lo mismo sucede con nuestro vino Estrella.
Los grandes vinos de su padre Bernardo Weinert
La bodega Weinert fundada en 1975 por Bernardo Weinert, Cavas de Weinert se ha convertido en una de las bodegas más aclamadas de Argentina. Bernardo tenía una empresa de transporte internacional, cuando regresaba con vinos argentinos la demanda era inmensa en Brasil, entonces Bernardo invirtió en su propio sueño, reactivando una bodega abandonada en Mendoza.
Bernardo decidió hacer un vino de primera calidad de la mejor manera posible, y este espíritu persiste hasta el día de hoy en su hija.
Los vinos de los gigantes foudres.
Sus vinos tintos se caracterizan por ser envejecidos 2 a 5 años, y muchas veces por más inviernos y veranos, los vinos descansan en viejos foudres en una bodega de granito, crecen en un silencio profundo y fresco. Con el tiempo la fruta descarada suaviza y despierta los aromas terciarios. Estos emblemáticos solo se asemejan en el mundo a los vinos de larga crianza como los Riojas tradicionales y al insigne Château Musar del Líbano.
La visión de su padre Bernardo Weinter
Después de una exhaustiva investigación y estudio, Bernardo eligió establecer su finca en Luján de Cuyo, una de las áreas más conocidas por los vinos de alta calidad en la famosa provincia argentina de Mendoza. El clima allí es ideal para la viticultura de excelencia, con bajos niveles de heladas, mucho sol y un buen suministro de agua de deshielo. Los suelos de pie de montaña son ricos en minerales, aquí es una amalgama de roca aluvial y de arena, que son particularmente adecuados para las variedades francesas que Bernardo eligió plantar entre los años 1986 y 1992. Estos consisten en cabernet sauvignon, merlot, gamay, chenin blanc, sauvignon blanc y chardonnay, y por supuesto está la uva insignia el malbec.
Nace una Estrella
Los vinos Weinert son famosos en el mundo por su cosecha de 1977, hecha por el famoso enólogo Raul de la Mota. Una razón inesperada hace nacer a uno de los mejores vinos del planeta tierra.
La historia cuenta ; era su primera añada y al no estar finalizada su bodega, Bernardo tuvo que retrasar el trabajo de los cosechadores, es decir, la recolección de la uva, y por esta singular razón la gran maduración hizo nacer un gran vino.
El suizo Hubert Weber.
Hoy en día gran parte del éxito de los vinos se debe al enólogo Hubert Weber. Es suizo, con un sentido germánico de la disciplina y el orden germánicos y una emoción italiana por el vino. Después de que las uvas han sido cuidadosamente cosechadas a mano, la fermentación se lleva a cabo en tanques de cemento con temperatura controlada, para luego envejecer estos vinos en foudres de roble francés en las bodegas subterráneas de Weinert, que se benefician de los niveles ideales de humedad y temperatura.
El secreto de un vino Weinert
Como los grandes vinos, las estrellas nacen, crecen y desaparecen.
El cosmos tiene vida propia, y está en eterno movimiento, pero nuestros ojos imperfectos, muchas veces lo registran como algo estático, incluso en nuestra ilusión óptica escudriñamos estrellas que ya han desaparecido.
Lo mismo puede suceder con los blends de Weinert, un fenómeno que solo se da en las estrellas. Sus toneles de robles son elípticos y son un sagrado ‘’firmamentum’’, allí puede un varietal apagarse para darle vida a otro, es el misterio de la vida cósmica del vino.
El secreto está en la curva de la vida, en su elocuencia cósmica. Es la excelencia de la fruta en el espacio ideal y un gran tiempo. Pocos vinos del planeta tierra descansan en este universo. Todos los vinos son hijos de las estrellas, pero pocos se vuelven a convertir en una de ellas.
Cuando Beethoven escribió su obra , muchos de sus contemporáneos lo criticaban porque consideraban que su música no estaba adecuada a la moda de Viena. Pero Ludwig era consciente que tenía una pluma épica, que sus obras estaban escritas para todos los futuros.
Este es el secreto cósmico del nacimiento de una Estrella Weinert.
Al final de la charla
El encuentro con Iduna fue por Google Meet, ella en Argentina y yo en Brasil. Le llamé la atención sobre las paredes vacías y blanquísimas de su casa, ella me dice que se está trasladando, entonces le prometo regalarle una de mis pinturas para que vista sus paredes, a lo que ella responde: ‘’Dale '' y aprovechó para invitarla a leer mi libro ‘’Sobre vinos antiguos & Entes egregios’’ que le envíe inmediatamente por WhatsApp
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