Publicado el 11 de Septiembre de 2017
En los vinos blancos dominan aromas frutales y florales, con colores desde amarillo dorado pálido a amarillo limón, con alto potencial aromático; en boca son ligeros y frescos con toques ácidos finales. En los vinos tintos predominan los aromas a frutos del bosque, de capa media, rojo cereza y ribetes violáceos, estructura media con paso suave y ligeramente tánico.
Las uvas son muy influyentes en las cualidades del vino, así como las características que adoptan en la zona de elaboración las distintas variedades. En general, en Betanzos, los elaborados a partir de uvas blancas presentan color amarillo pálido con reflejos verdosos; los aromas son frutales y florales y el sabor es ligeramente ácido y con post gusto persistente; los elaborados a partir de uvas tintas presentan colores de intensidad media de rojo-cereza a rojo-cereza oscuro; aromas a frutos del bosque y el sabor es suave con estructura y persistencia medias.
La expresión de las cualidades óptimas de aroma y sabor de estos vinos se acentúa cuando la elaboración se realiza con un mínimo del 85% de uva de las variedades que se indican como recomendadas, obteniéndose de esta manera vinos monovarietales.
Los vinos de la IGP Betanzos se elaboran con las variedades siguientes:
Variedades blancas: Godello, Albarín blanco (Branco lexítimo), Chenín blanco (Agudelo) y Palomino.
Variedades tintas: Mencía, Brancellao, Merenzao, Gran negro y Garnacha tintorera.
Con el objetivo de conseguir la mejor calidad final para estos vinos bajo las condiciones de luz y temperatura propias de esta área geográfica, se deben de tener en cuenta como variedades recomendadas para la zona las siguientes: Godello, Branco lexítimo y Agudelo en blancas y Mencía, Brancellao y Merenzao en tintas.
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