Publicado el 13 de Enero de 2017
Es una zona denominada Prado Irache, que rodea a la centenaria Bodega Irache, ubicada en este lugar desde 1.891.
Todas las parcelas de cultivo pertenecen al término municipal de Ayegui y están situadas a menos de mil metros de distancia de la bodega, separadas únicamente por carretera nacional y camino vecinal, formando entre todas un mismo conjunto, quedando rodeada la bodega de los viñedos que le proveen de uva exclusiva para la elaboración de sus vinos.
Con una altitud sobre el nivel del mar entre 495 y 550 metros, tanto las parcelas de cultivo como todo su entorno se ubican sobre unos extensos glacis del Pleistoceno desarrollados en la base de Montejurra. Están formados por cantos rodados, provenientes de la meteorización de los conglomerados terciarios que coronan Montejurra, englobados en una matriz arcillosa. Este depósito tiene un espesor que varía entre menos de un metro a más de cinco. Por debajo de este cuaternario se ubican unas margas arcillosas del Cretácico.
A partir de estos materiales se han desarrollado unos suelos sueltos, permeables, medianamente profundos, rojizos, bastante pedregosos, con unos contenidos en materia orgánica entre el 1,2 y el 1,7% y altos contenidos en carbonatos en la zona de desarrollo de las raíces que pueden oscilar entre el 40 y 60%. La clase textural USDA es franca o franco-arcillo-arenosa.
En las zonas cóncavas el horizonte superficial puede aparecer engrosado por acumulación de materiales de las zonas circundantes.
La presencia de aguas subterráneas subsuperficiales en el pago permite mantener limitado el riesgo de estrés hídrico durante todo el año, no obstante sin riesgos de encharcamiento.
El clima queda caracterizado por una pluviometría media ligeramente superior a 600 mm de agua al año, fuertes contrastes térmicos entre inviernos (húmedos y fríos) y veranos (secos y relativamente calurosos) y una insolación media de unas 2.200 a 2.300 horas al año.
Otro factor determinante es la persistencia del viento frío y seco del norte, que junto con los factores anteriores hacen que se consiga una uva sana y de calidad. Además el fuerte salto térmico entre el día y la noche (próximo a los 20 ºC) al final del ciclo vegetativo permiten el desarrollo de un proceso de maduración de los frutos que favorecen la producción de vinos dotados de las características de específicas que los distinguen.
Las características climáticas junto con los parámetros edafológicos y topográficos descritos que determinan la zona, permiten, sobre la base de las técnicas de cultivo y de elaboración propias, obtener vinos tintos muy aromáticos, de acidez mantenida, grado alcohólico medio, coloraciones intensas y sabores afrutados como se describe en este pliego.
110 visualizaciones
64 visualizaciones
95 visualizaciones
139 visualizaciones
Suscríbete a nuestro boletín y mantente informado de todas las últimas noticias del Sector del Vino.
Copyright © Cata del Vino | Política de Privacidad | Condiciones de Uso