El Vino en Argentina: producción, tipos de uva, y clasificación.
Publicado el 04 de Junio de 2014
Dentro del mapa activo de países productores de vino, conozcámos la importancia de Argentina dentro del sector vitivinícola mundial. Autor: Emilio Barco Royo
En Argentina hay tres zonas vitivinícolas: noroeste, centro y sur, concentrándose en la región centro más del 90 por ciento del viñedo del país.
En esta región se pueden distinguir dos subregiones: Mendoza y San Juan, con características bien diferenciadas.
Argentina es uno de los mayores productores en el mundo, y Mendoza es su región más importante, representando un 75% del total. Otras zonas son Salta, Río Negro, San Juan, Catamarca y La Rioja.
El enoturismo en Argentina destaca por su exitosa atracción de público a las bodegas. Es uno de los países del mundo que recibe más enoturistas.
Noroeste
Es una región geográficamente amplia. Se encuentra ubicada entre los 22° y 29° de latitud sur. Comprende el sur de la provincia de Salta,
Catamarca y la Rioja y el noroeste de Tucumán. El cultivo de la vid encuentra su mejor expresión en los valles cordilleranos irrigados,
cuya altitud oscila entre los 1.000 y 2.000 metros sobre el nivel del mar. Tales como Cafayate en Salta, Andalgalá y Tinogasta en la
provincia de Catamarca y Chilecito en La Rioja.
Centro
Representa el 91,45 % de la superficie con viñedos del país. Se extiende desde los 29,5° a los 36° de latitud sur. El cultivo de la vid en esta región se realiza a altitudes que superan los 500 metros sobre el nivel del mar.
Región sur Río Negro
Comprende áreas bien determinadas de las provincias de La Pampa, Neuquén y Río Negro, donde la viticultura se asienta principalmente
en las márgenes de los ríos Negro y Colorado. A diferencia de otras regiones del país la vitivinicultura constituye una actividad secundaria
en la economía de esta región y el cultivo de la vid ha decrecido sensiblemente en los últimos años.
Características de producción y variedades
Argentina produce las variedades internacionales pero logra diferenciarse con vinos de cepas peculiares, como la Torrontés que es una uva blanca aromática, casi rústica pero con carácter propio y la tinta Malbec que se caracteriza por dar vinos intensos y frutados.
En la provincia de Mendoza predominan las variedades rosadas (49,83 % de la superficie cultivada) que se destinan principalmente a la elaboración de mostos concentrados y vinificación. Entre éstas podemos citar: Criolla Grande, Cereza, Moscatel Rosado y Gewurztraminer destinada esta última a la elaboración de vinos finos.
Las variedades tintas de vinificar representan el 25,62 % de las plantaciones. Entre ellas merecen mencionarse Malbec, Cabernet Sauvignon, Merlot, Syrah, Pinot Noir, Barbera, Sangiovese, Tempranilla y Bonarda, entre otras. Los cepajes blancos de vinificar abarcan el 24,55 % de los viñedos de la provincia. Las variedades cultivadas son: Chenin Blanc, Torrontés Riojano, Ugni Blanc, Semillón, Tocai Friulano, Chardonnay, Riesling, Sauvignon Blanc, Moscato Blanco y Pedro Giménez, entre otros.
En el norte existe un neto predominio de las variedades rosadas y blancas de vinificar. La variedad Cereza, es utilizada con tres finalidades: vinificar, consumo en fresco y elaboración de pasas.
También se cultivan en menor cantidad Torrontés Riojano, Sultanina Blanca, variedad para pasa, Bonarda y Moscatel de Alejandría.
En el sur se cultivan variedades tintas y blancas de vinificar, de alta calidad enológica, tales como Malbec, Merlot, Syrah, Pinot Noir, Cabernet Sauvignon, Bonarda, entre las primeras y Torrontés Riojano, Pedro Giménez, Semillón, Torrontés Sanjuanino, Sauvignon, Torrontés Mendocino y Chenin, entre las blancas.
Clasificación de los vinos
En Argentina se está desarrollando el modelo europeo de identificación por el origen, definiendo así en su legislación el Vino Regional: es el vino genuino elaborado en las provincias de La Rioja, San Luis, Catamarca, Córdoba, Jujuy y Salta, o los vinos de otras provincias que el Instituto declare incluidos en esa denominación, que no tengan cortes o mezclas con vinos de otra procedencia y siempre que en su elaboración se emplee exclusivamente uva producida dentro de la provincia y que su fraccionamiento se efectúe en origen.
El Instituto queda facultado para establecer excepciones a la calificación de "vino regional", en los casos individuales en que no se justifique.