Publicado el 14 de Septiembre de 2024
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Comprar una tinaja para hacer crecer los vinos hasta hoy fue un dolor de cabeza, primero porque los ceramistas artesanales no conocen la técnica de los hornos modernos, ni tienen los instrumentos apropiados para las altas temperaturas que requiere una tinaja de vinos, pero esto cambio con Fabio Melchiades que es un ingeniero en materiales formado en la universidad Federal de San Carlos y sus piezas son perfectas.
La tinaja de cerámica también hace crecer los vinos a través de la microoxigenación, pero a diferencia de un barril de roble que después de 4 vendimias pierde sus principales características, la tinaja es eterna. Una Tinaja puede hacer crecer vinos durante varios siglos, lo que la hace una de las inversiones más rentables para una bodega.
Hace 8.000 años cuando surgió el primer vino en Georgia, fue fermentado y envejecido en un recipiente de cerámica, y estos recipientes fueron utilizados durante miles de años, y fue en ánforas puntiagudas que el vino se transportaba por el mediterráneo, fue así que los fenicios hicieron conocer el vino a toda Europa y a la costa de África. Pero cuando el imperio romano avanzó por tierra reemplazó sus recipientes de cerámica por unos de madera, y este corte tecnológico fue solo por razones de transporte, porque los caminos eran irregulares y las carretas daban saltos quebrando las ánforas.
Los celtas ahuecaban los troncos y guardaban allí sus cervezas, y estos toscos recipientes tenían una tapa, estos envases fueron usados por los romanos para el vino. Las denominaciones barrica y tonel para designar los recipientes de transporte de vino no aparecen hasta el siglo V y por esta razón, es más didáctico ver en las iconografías antiguas las barricas. Por ejemplo, el bajorrelieve de Langrés, el monumento de Neumangen y las columnas de Trajano y Aureliano en las que hay toneles representados. Es decir, se usó al inicio la madera no por su microoxigenación, sino por su resistencia a los golpes. Pero con el descubrimiento de América vuelve la tinaja a tener su valor, tanto para el transporte marítimo como para su producción de vinos, ya que la madera era demanda en cantidades para hacer carabelas y galeones.
En las toscas cerámicas las personas que no saben cómo cerrar los poros para la almacenar el vino, utilizan cera de abeja o resina de pino, lo que afecta al sabor del vino como sucede en Alentejo Portugal, por otro lado muchos queman las tinajas con fuego de madera y esto hace que la madera desprenda azufre , lo que no es bueno para la calidad del producto.
Las tinajas de Fabio no son de tierras rojas, por su cantidad de hierro, dado que esto puede afectar en sabores al vino , la tierra que se utiliza es pasta de cerámica blanca que tiene poquísimo hierro, y todas lo accesorios, tapas, canilla, válvula son de acero inoxidable.
La tinaja pesa 100 kilos y puede contener 350 litros de vino. La cerámica se saca de moldes gigantes de yeso, y para esta actividad trabajan en un laboratorio de materiales varias personas. La tinaja no agrega sabores y expresa con más naturalidad y pulcritud al sabor de la fruta.
Comprar una tinaja en Brasil, San Pablo tiene sus ventajas económicas ya que la garantía es por dos años y la pieza puede hacer crecer vinos por mas de 300 años, el recipiente se puede limpiar con detergente de cocina, y el material es inerte, no hace que el PH suba.
Tiene un aditivo cultural y es el glamour de volver a nuestros orígenes, una tradición milenaria que puede ser parte de la marca de un vino, pasando por su cuna en Georgia, por las ánforas de los fenicios, los vinos romanos y la aventura atlántica de los conquistadores
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