El esfuerzo por diferenciarse, por crear productos únicos, que sean fácilmente reconocibles y deseados por el consumidor, lleva a algunas bodegas a experimentar con métodos de elaboración diferentes, y a veces sorprendentes.
Autor: Aka Wine
Estos nuevos métodos han generado productos exitosos, algún que otro fiasco y en la mayoría de los casos, una breve notoriedad en los medios de comunicación, que posteriormente se ha diluido. En muchos de estos métodos y/o vinos es difícil saber dónde termina el buen hacer de la bodega y donde comienza el marketing y la publicidad. Sólo el tiempo y el mercado dirán….
Aunque no es algo nuevo, está volviendo a llamar la atención la “musicoterapia aplicada al vino”. Hay ejemplos en diversos países.
En Austria, Markus Bachmann, afirma que “exponer el zumo de uva durante la fermentación a determinada música tiene efectos beneficiosos para el vino resultante”
Bachmann ha inventado un dispositivo especial que, introducido en las barricas, logra ese objetivo” y que “los vinos son más afrutados y maduran antes”.
A su proyecto se han sumado otros productores austriacos y han creado la marca Sonor Wines, que anuncia en su web y en Facebook “vinos enriquecidos” por música clásica, electrónica y jazz, entre ellos, un pinot blanc que ha “escuchado” la Sinfonía 41 de Mozart.
Según él es un método “científicamente demostrado”, su dispositivo se coloca en el tanque o barril para exponer el mosto uva en fermentación a la música clásica, al jazz, al rock, etc., según los resultados que se deseen (según las músicas / frecuencias utilizadas, el vino reacciona de forma diferente). Afirma que las ondas sonoras activan procesos bioquímicos que alteran los vinos, reduciendo el azúcar y potenciando el sabor.
Estas afirmaciones han sido contestadas, por un destacado físico austriaco, que ha declarado que “la levadura y los hongos, no tienen opiniones musicales; no les importa si suena AC/DC, Madonna o Mozart.